Retomo hoy la idea de actualizar las opiniones que hace tiempo fui desgranando en este modesto blog, que ya inicié hace días con un par de comentarios a entradas antiguas.
Y es que, efectivamente, "el paso del tiempo, la experiencia y los acontecimientos vividos pueden haber cambiado un poco (o un mucho...)" mi forma de pensar sobre las cuestiones que fueron surgiendo a lo largo de aquellos siete años. Siete años en los que escribir en esta recoleta y poco difundida página me ayudó a expresar todo lo que sentía y a crecer como persona. Luego, acontecimientos laborales y personales me tuvieron apartada del teclado; pero ahora, con algo más de tiempo e idéntica necesidad de encontrar un hueco donde ser yo misma, me lanzo de nuevo al "aire" para opinar de lo humano y lo divino.
Hoy, casualidades de la vida, pretendo hacer un inciso sobre el comentario que publiqué hace poco en la antigua entrada de LO AUTÉNTICO. ¡Y es que a veces la actualidad nos sigue! Escucho en la radio que, en consonancia con el Código Deontológico del Consejo Internacional de Museos (ICOM), los museos españoles van a retirar de sus salas los restos humanos, ya que "no son simples bienes culturales, sino restos de una persona fallecida que deben ser tratados con dignidad y respeto, además de tener en cuenta las creencias de las comunidades de origen a la que pertenecen". Sólo se mantendrán si son imprescindibles para impartir las enseñanzas que se reciban de su exposición, y no se puedan sustituir por otras piezas similares.
Interesantísima reflexión! Solo se ne ocurren dos comentarios: ¿ Arte tras la muerte? Cuidado con las poses de políticos junto a los restos...
ResponderEliminarY segundo: Qué lean un poco más, por favor. ¿Quién? Todos.
Gracias por reflotar este blog.
Madre mía, qué tema!!! Pues yo también leí la noticia y, en un principio, la aplaudí. Luego, como tú, me puse a reflexionar y todas las firmes creencias se me vinieron abajo. En el Museo de Cuenca puede verse un ánfora con los huesos de una niña encontrada en los alrededores de Tebar. Era ibera. Es más lícito exponer huesos que carne momificada? Esto da para mucho, Ana. Gracias por la reflexión. Pilar A.
ResponderEliminarOtra pregunta para ahondar en el debate: ¿qué opinaría una persona del neolítico sobre la posibilidad de que en el futuro otras personas aprendieran sobre la especie humana, el mundo y la historia a partir del estudio de sus huesos / restos? ¿Necesariamente le parecería una falta de respeto? Si no dejó instrucciones o testamentos, y si no quedan personas seguidoras de su misma cultura, es difícil saberlo... ¿Qué es respeto y qué no? Esta noción también irá cambiando a lo largo de la historia...
ResponderEliminarP.