Ciclogénesis sensacionalista.
Estamos a las puertas del otoño. Como todos los años, dentro de unos días nos sorprenderá de pronto una tarde en la que el sol se habrá ido mucho antes de lo previsto, dejándonos en esa conocida semioscuridad nostálgica y de algún modo acogedora que anuncia el inminente encendido de las calefacciones. Las estaciones se suceden, en esta zona nuestra templada del globo: tenemos esa suerte. Y más en este clima mediterráneo, en que cada equinoccio y cada solsticio son tan distintos: lluvia, sol, frío, viento; el año meteorológico es cualquier cosa menos monótono. Lleva siendo así unos cuantos cientos, incluso miles de años. No me remonto a cientos de miles o millones, porque ya estaríamos hablando de glaciaciones, y la Prehistoria siempre se me dio fatal. No voy a repetir en esta ocasión lo que ya comenté en la entrada "Quedarse o partir". Hoy me quiero centrar en los meteorólogos y la forma de comentar el tiempo y el clima que han adoptado, sobre todo, las cadenas de televisi...